«Travesía» atravesó los océanos

La muestra Caras B del Videoarte en España,  comisariada por Nekane Aramburu y Carlos Trigueros, gira en torno al vídeo arte poco conocido o inédito y realizado en España. En su itinerancia por Bangkok y Seúl está teniendo un gran éxito, y desde allí nos llega una reseña del catálogo donde se cita Travesía (DPZ,  2003, Vicky Calavia) con motivo de la proyecciónde Dark Love, una de las piezas seleccionadas en la muestra y obra del aragonés Clemente Calvo (Zaragoza, 1964) , que sólo se había  proyectado en público en Cortos de Café (Casa Lac, 2000, Vicky Calavia) y sólo ha sido catalogado en el CDrom de la exposición-retrospectiva Travesía, el audiovisual aragonés.

Ver la ficha de la película y la cita a Travesía en Ficha Clemente Calvo . 

Este texto es del autor, Clemente Calvo, para el catálogo de Caras B:
 
El motivo de que las piezas incluídas en estos DVD hayan permanecido inéditas o hayan tenido escasa difusión es múltiple: algunos son ejercicios que realicé con la sola intención de adquirir destreza en el manejo de nuevas cámaras, nuevos efectos o nuevas posibilidades en lo que a edición de la banda sonora se refiere, pues con la aparición de programas de música electrónica y la adquisición de un sintetizador, pude realizar mis primeras bandas sonoras propias ya en los años 90. Otros son trabajos concebidos  —salvo el ejercicio de la NYFA que también incluyo— como audiovisuales complementarios de diversas exposiciones y por tanto, con la efímera vida que marca la duración de éstas. Por otra parte, en los casos en los que han tenido cierta difusión fuera de las exposiciones, ésta ha tenido lugar en formatos muy comprimidos a través de Internet y en ocasiones solo de fragmentos, lo cual, sumado al esencial componente plástico de estos trabajos, que requiere de una proyección con la máxima calidad de imagen para ser apreciado, me lleva a considerarlas inéditas en su formato original. En realidad esto ocurre con toda mi producción y la de muchos otros creadores. 
 
Otra razón es que desde el principio he optado por la autofinanciación y he podido comprobar que cuando se va «por libre» es mas difícil darse a conocer. Valga un ejemplo: por mi película The mutant, fuí el primer español que recibió un premio en la Semana de Cine Experimental de Madrid de 1996. Ningún medio, ni siquiera local comentó la noticia. Si la película hubiera estado subvencionada por cualquier institución, la noticia hubiera tenido un eco notable en la prensa. En 1994 pedí un préstamo personal de 1 millón de pesetas para poder estudiar en NYFA y hacer los cortometrajes ahora expuestos en HAMACA, cuando mi ridículo sueldo mensual como farmacéutico adjunto no llegaba ni a las 30.000 pesetas. Entendí sin embargo que los ciudadanos no tenían por qué pagar con sus impuestos mis aficiones artísticas y por otra parte, quise desde el principio mantener la mas absoluta independencia posible respecto al poder, sobre todo frente a un poder corrupto e ilegítimo desde su origen, como es el Estado Español actual, no digamos nada de los poderes autonómicos y locales en su seno. He trabajado tres años como Inspector Sanitario local y sé bien de lo que hablo. 
 
Como había algunos amigos y familiares que deseaban ver mis películas y yo no tenía donde proyectarlas, acudí a la Filmoteca de Zaragoza, sabedor de que otros autores habían seguido ese procedimiento con éxito. Se organizó una proyección en la que cuatro nuevos cineastas presentamos nuestros trabajos. Este evento me permitió difundir octavillas entre los compañeros de Zaragoza instando a la autogestión. Recuerdo algunos fragmentos: «no pretendo que el poder me dé dinero para criticarlo… La pela amansa a las fieras y engorda a los pícaros». A partir de ahí, intentamos crear la Plataforma de Cineastas Aragoneses, pero tras una proyección conjunta en el Teatro de la Estación, vimos que no teníamos los mismos intereses y nos separamos. Tres años mas tarde, una persona que organizaba ciclos de cortometrajes en Zaragoza se enteró de mi existencia, quiso conocer mi trabajo, le gustó y organizó una sesión monográfica en Zaragoza, en una de las salas del antiguo restaurante Casa Lac.
 
En el año 2003, esta misma persona realizó el trabajo quizá mas serio y exhaustivo realizado hasta la fecha sobre el audiovisual aragonés, que tuvo lugar en el Palacio de Sástago de Zaragoza bajo el título «Travesía. El audiovisual aragonés». Se proyectaron algunas de mis películas y se incluyó mi filmografía y un fragmento de la película The flame en el CD ROM que se editó junto con el catálogo. Posteriormente, desde 2004 hasta la fecha, esta misma persona, Vicky Calavia, fue exhibiendo algunos de los trabajos que continué realizando en cada uno de los certámenes anuales de novedades audiovisuales aragonesas denominados primero Inventario y luego Proyectaragón. En la primera edición de Inventario, celebrada en el Centro de Historia de Zaragoza en el año 2004, dio la casualidad de que el crítico y autor Eugeni Bonet estuvo allí mismo para dar unas conferencias y quiso ver mis trabajos. Se le hizo un pase privado y me habló del proyecto HAMACA que entonces se encontraba en fases preparatorias. Envié un DVD para el comité de selección del que Eugeni formó parte y se aceptaron cuatro películas. Actualmente en esta distribuidora tengo siete trabajos. El retorno económico hacia los autores que pretendía generar tan loable iniciativa, en mi caso ha sido prácticamente nulo.
 
En 2006, cansado de promover mis propios trabajos y muy ilusionado con las expectativas que abrían mis «fichajes» con Urban Gallery y HAMACA, decidí delegar en ellas el farragoso asunto de la difusión para poder centrarme en lo creativo. Cuatro años mas tarde me doy cuenta de que he de retomar las riendas de esa labor y seguir con la política de envío a festivales y muestras fuera del Estado Español que comencé con éxito en 2005.
 
Hay una última razón que explica el porqué de la escasa proyección de estos trabajos. A diferencia de otros autores, la actividad dentro del vídeo arte y el cine arte ha sido para mi como la mantenida en otras disciplinas creativas, una actividad de índole casi terapéutica, algo muy personal, un medio donde he podido expresarme con plena libertad, viendo la labor de difusión como algo secundario y que no me correspondía hacer a mi. Os he enviado muchos trabajos que para mi tienen gran valor sentimental, pero quizá en su mayoría carezcan del interés y la calidad técnica que los haga algo mas «universalizables», eso es algo que solo a vosotros os corresponde dilucidar. 
 
Conforme voy digitalizando grabaciones antiguas, van apareciendo nuevas piezas. De momento solo he podido indexar el contenido de una pequeña parte de esos archivos. Mi primera cámara de video la compré con el primer sueldo que gané en 1991 trabajando como farmacéutico. Fue una Sony Betamovie y me costó 38.000 pesetas de segunda mano. No tenia medios para editar lo que grababa, por lo que es ahora cuando empiezo a aprovechar esa inmensa despensa de imágenes tras indexarlas y digitalizarlas de forma selectiva. El archivo Betamax mío consta de mas de 100 cintas de 2 horas de media. La verdad es que solo he indexado hasta hoy unas 20 de estas cintas. Hay también películas inéditas de super-8 con las que ocurre lo mismo, están en bruto, sin editar. También hay otro archivo en formato VHS-c, aunque menos extenso, de no mas de 20 horas. El archivo mas extenso de todos es el mini-DV, con mas de 250 horas de grabaciones, la mayoría experimentales.
 
También diré, por último, que el aspecto técnico ha marcado muy fuertemente la posibilidad de conclusión y publicación de los trabajos. Desde el super-8 y otros formatos de cine amateur hay un largo y sinuoso sendero hasta la democracia digital que hoy disfrutamos, una democracia sin embargo no carente de censura, la sutil censura del exceso: cualquier trabajo, por revolucionario que sea, se diluye inexorablemente en un maremagnum infinito de producciones, contribuyendo a una confusión y saturación generales. El poder lo sabe y lo fomenta. Por otra parte, salvo en el caso citado de los pícaros, no se resuelve el problema de la retribución de los autores, que seguimos siendo el único gremio que no cobra por su trabajo y sigue viendo con estupor cómo este trabajo sirve la mayoría de las veces- y en ello Hamaca, Inventario y Proyectaragón han sido excepción- para llenar programas y bolsillos de comisarios e instituciones que obvían sistemáticamente tal cuestión. El poder también lo sabe y lo fomenta, pues tal realidad aumenta su capacidad de control omnímodo. Las pequeñas iniciativas independientes suelen estar abocadas al fracaso: en ocasiones, he perdido originales al enviarlos a certámenes que me los habían solicitado, se los he prestado gratis pagando yo todo y no han tenido siquiera el «detalle» de devolverlos. Si este estado de cosas se mantiene es porque uno acepta de antemano la nula rentabilidad de su actividad artística y pone empeño en incrementar la calidad sin que le sea excesivamente oneroso. Muchas veces, lo que ocurre es que después del esfuerzo para elaborar cualquier pieza audiovisual, el autor prefiere que esa pieza se vea aunque sea gratis antes de que caiga en el oscuro pozo del olvido.
 
Muchas gracias por vuestro trabajo, que me parece encomiable. Seguro que vuestro esfuerzo se verá recompensado por la «resurrección» de excelentes trabajos absolutamente olvidados, como si fueran pacientes que despiertan del coma profundo, se levantan y caminan gracias a vosotros. Será muy interesante para todos los que nos dedicamos al video arte en España leer las conclusiones de vuestra investigación y ver las películas que hayáis logrado rescatar. En mi caso me da la impresión de que este breve testimonio puede ser incluso mas valioso que las propias películas. 
 
He querido extenderme en la descripción de las razones de haber mantenido inéditas o poco difundidas las piezas enviadas porque entendí que era un asunto que os interesaba conocer. Si queréis consultarme algo mas al respecto os responderé con gusto. Cualquier crítica, sugerencia, comentario, etc, sobre los videos será muy agradecido y tenido en cuenta. 
 
Seguimos en contacto. Me gusta el proyecto Caras B porque aunque tiene un soporte institucional prácticamente inevitable, hay detrás un componente humano aún mas importante capaz de valorar propuestas que se salen de los cauces habituales. Ánimo con todo el trabajo que intuyo vais a tener los próximos días, espero que podáis culminar el proyecto con éxito.
 
Clemente Calvo 
San Mateo, mayo de 2010